Te levantas por la mañana con el corazón partido, por un lado tu cama te suplica a gritos que vuelvas a sus brazos, por otro la conciencia te implora que reacciones. Al final, dependiendo del día, gana el sentido común. Esforzándote logras sacarte alguna de las legañas que cubren lo que se supone debería permitirte ver, y te vistes más o menos conscientemente, a pesar de que a lo largo del día puede que te cuestiones si lo hiciste o no con la luz apagada. Sales a la calle siguiendo la misma ruta de cada día convencida de que ese va a ser un día diferente, hoy harás lo que tienes que hacer, pero van pasando las horas y todo sigue igual, llevas sentada cuatro horas en la misma parada de autobús que ayer, antes de ayer y la semana anterior, sabiendo que después te esperarán horas de paseo por el mismo parqué y te tomarás un café en la cafetería que ya se ha convertido en tesorera de tus pensamientos sobre la vida, de tu tortura mental por no haber tomado una decisión. Las cosas pasan como pasa el tiempo o los yogures, pero tú, empeñada en amargarte los planes, decides pararte por miedo a avanzar, vaya cabeza mal puesta, solo te queda volver a casa, esperar que llegue la noche y soñar con que el madrugón traiga la buena nueva.
heheheh super entrada, me encantó!!! tienes una nueva FOLLOWER.
ResponderEliminarbesitos desde Germany
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Faby.
great video!
ResponderEliminarX
Muchas gracias Faby, madre mía desde Alemania que lejos me suena, gran estilo el tuyo.
ResponderEliminarI´m glad you like it Sassi, hope to put more to your liking.
ResponderEliminarSounds like my day, haha :-) I love your description! xoxoxoo
ResponderEliminarThanks for the comment. I’m sure you´ll succeed in your search, great blog.
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