Qué será, será de mí cuando no quede nada, ni el polvo, ni el aire, ni el canto. Escribo con la única inspiración que me proporciona el silencio, escribo sin esperar a que mi mente origine una frase interesante, y si no me gusta la borró o la cambió con la facilidad con la que me gustaría se pudiesen decidir las cosas de la vida real.
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